Una oración subordinada (también llamada oración secundaria) es una oración que depende estructuralmente del núcleo de otra oración, llamada oración principal. Es decir, la oración subordinada es una oración que es a su vez un constituyente sintáctico de otro sintagma que no es oración. Y, por tanto, la oración subordinada no tiene una autonomía sintáctica (si es considerada sola) y es "subordinada" por otra, a través de locuciones adverbiales o conjunciones. La oración subordinada puede ser explícita (verbo conjugado en un modo finito) o implícita (el verbo está conjugado en un modo indefinido).
Subordinación sustantiva
Las proposiciones subordinadas sustantivas desempeñan funciones sintácticas propias del sustantivo: sujeto, objeto directo, complemento de régimen o suplemento, complemento del nombre... Van introducidas por los nexos que, el que, el hecho de que, por pronombres interrogativos como qué, cuál, quién, o por adverbios interrogativos como cuánto, cómo, cuándo, dónde etc., precedidos o no por preposición. En el caso de las interrogativas indirectas también puede aparecer el nexo si. Las proposiciones subordinadas sustantivas se dejan sustituir por un pronombre neutro: eso, esto etcétera, o por un infinitivo menos frecuentemente.
Existen fundamentalmente dos tipos de subordinadas sustantivas en cuanto a su forma o estructura:
Las que no usan nexo porque van en infinitivo: "Decírselo fue mala idea".
Las que usan verbo conjugado y sí usan nexo: "Que se lo dijeras fue mala idea"
Subordinación adjetiva
Las subordinadas adjetivas o de pronombre relativo desempeñan la función de adyacentes de un sustantivo o sintagma nominal al que se denomina antecedente. Van introducidas por pronombres relativos como que (cuando puede sustituirse por el-la-los-las cual-es), quien o quienes, el cual, la cual, los cuales, las cuales, o cuyo, cuya, cuyos-as, precedidos o no de preposición: "El libro que me prestaste era muy bueno". Pueden considerarse asimilables a las adjetivas las subordinadas adverbiales de lugar tiempo y modo introducidas por los adverbios conjuntivos donde, cuando y como que llevan antecedente expreso, como en el caso "Ese es el lugar donde comimos", "Esta fue la época cuando yo estudiaba" o "Esa fue la manera como lo hicimos", cuyos antecedentes respectivamente son lugar, época y manera. Existen tres tipos:
Proposiciones adjetivas especificativas: son las que no van entre comas y no restringen el significado del antecedente seleccionándolo de una generalidad: "Los jugadores que estaban cansados no jugaron la segunda parte". (Parte de los jugadores)
Proposiciones adjetivas explicativas: son las que van entre comas y no restringen el significado del antecedente: "Los jugadores, que estaban cansados, no jugaron la segunda parte". (Todos los jugadores)
Proposiciones adjetivas sustantivadas por falta de antecedente, por no tener antecedente expreso o por otras causas. La proposición de relativo se enuncia con un valor indefinido y generalizador. Los pronombres quien y el que equivalen al sintagma "la persona que". Y el pronombre que al sintagma "la cosa que". Las nociones de «persona» y «cosa» son los antecedentes implícitos de tales pronombres. Estas proposiciones desempeñan funciones propias del sustantivo. Al igual que un adjetivo puede sustantivarse, también hay proposiciones adjetivas sustantivadas, y como las sustantivas, desempeñan las funciones propias de un sustantivo: "Los que van a morir te saludan", (sujeto agente); "Los que estudien serán aprobados" (sujeto paciente); "Llévate el que elegiste" (complemento directo); "Yo soy el que te cuidará" (atributo)
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